Corresponde casar el pronunciamiento de grado en tanto condenó al accionado a abonar la indemnización del art. 15, Ley 24013 (suma a la de los arts. 182 y 245, LCT) al señalar que se trataba de una relación laboral no registrada y que fueron cursadas las intimaciones respectivas en los términos y condiciones que exige la respectiva normativa. Para fallar en tal sentido, el Superior Tribunal expuso que de las constancias de la causa no se infería válidamente que el distracto aconteciera como respuesta ante la actitud asumida por el requerimiento de subsanación de la clandestinidad laboral. Según ocurrió, la accionante intimó a su empleador para que cumpliera con las obligaciones de la Ley de Empleo y también hizo saber el estado de embarazo; luego volvió a emplazar porque se le impidió prestar servicios, solicitando la aclaración de su situación laboral, recibiendo como respuesta la negativa patronal. Estas circunstancias, sumadas a la prueba del embarazo al momento del despido y que el accionado conocía dicha situación fehacientemente, enervan los fundamentos del a quo en orden al cumplimiento de los términos y condiciones que contempla el art. 15, Ley 24013. Vale mencionar que el distracto se originó dentro del período de protección legal previsto en el art. 178, LCT, lo que obliga a presumir que obedeció a dicha causa. Por otra parte, no resulta razonable permitir la sumatoria de este tipo de sanciones ya que se dejaría en el ámbito de potestad del trabajador decidir el momento en que le conviene efectuar el requerimiento de inscripción para engrosar la reparación por la ruptura, lo cual conduciría a la desnaturalización de los principios que las indemnizaciones agravadas pretenden asegurar.
Reta, Claudia Yanina vs. Zarate, César Leonardo s. Ordinario - Despido - Recurso de casación. Tribunal Superior de Justicia, Córdoba; 27-03-2014
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